Lo sé, cambié vuestro futuro.
Subido al montón de chatarra
miro con avaricia a través del desorden,
Subido al montón de chatarra
miro con avaricia a través del desorden,
remuevo los fragmentos
al tiempo que imagino,
entre olores de aceite
y tierra estéril.
Algo en ti llama mi atención,
al tiempo que imagino,
entre olores de aceite
y tierra estéril.
Algo en ti llama mi atención,
despiertas mi sentido de lo útil
o esa extraña forma de belleza
que acaba cautivándome.
Con la bolsa repleta
me dirijo a la báscula:
veinte kilos,
que a cero cincuenta
son diez euros.
Esparcidas por el suelo,
comienzo a atisbar algunas conjunciones.
Ha llegado el momento de arrebataros
la piel que viste el abandono, velo
o esa extraña forma de belleza
que acaba cautivándome.
Con la bolsa repleta
me dirijo a la báscula:
veinte kilos,
que a cero cincuenta
son diez euros.
Esparcidas por el suelo,
comienzo a atisbar algunas conjunciones.
Ha llegado el momento de arrebataros
la piel que viste el abandono, velo
que deposita el tiempo sobre lo inútil.
Una a una, entráis en el balde:
agua, salfumán y fairy.
Un reposo.
Una a una, entráis en el balde:
agua, salfumán y fairy.
Un reposo.
Vendrán las cerdas de alambre
a rescatar los primeros brillos.
Renacidas del óxido,
emergen vuestras cicatrices.
a rescatar los primeros brillos.
Renacidas del óxido,
emergen vuestras cicatrices.