Mientras gira la noria 
sin otro propósito que dar vueltas 
pienso en el río y en los hombres,
que cambiaron el curso del agua 
para tener sustento. 
Pienso en el hambre 
de quien no tiene agua 
y sueña con la lluvia 
que no llega. 
Pienso su sueño 
y en el viaje a punto de emprender.
Siento su miedo 
aupado a la cáscara de nuez,
y su esperanza de un mar en calma,
una voz que de aviso 
un puerto humanitario. 
Cuando miro la noria 
veo pasar la vida,
la que fluye río abajo
y la que alzada 
vuelve de nuevo al río.


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