Pongamos por caso
que yo fuera poeta,
algo que no me otorga
el hecho de bailar con las palabras,
y pongamos por caso
que en medio del camino
liberase mi espalda, y allí,
sobre una piedra
de par en par abriera la mochila:
que yo fuera poeta,
algo que no me otorga
el hecho de bailar con las palabras,
y pongamos por caso
que en medio del camino
liberase mi espalda, y allí,
sobre una piedra
de par en par abriera la mochila:
¿Qué crees que encontraría?
Un cuaderno sin duda,
un libro, lápices de colores,
una botella de agua, chocolate,
una prenda que abrigue,
también una navaja.
un libro, lápices de colores,
una botella de agua, chocolate,
una prenda que abrigue,
también una navaja.
¿Y qué más?
Si en verdad yo lo fuera ,
quisiera encontrar
una mirada atenta,
libre de cataratas, y así
percibir el detalle de las cosas,
no las cosas, solo el instante
en que las cosas son, y al ser
nombradas ,me hacen sentir
en armonía con el todo
que descansa en las palabras.
quisiera encontrar
una mirada atenta,
libre de cataratas, y así
percibir el detalle de las cosas,
no las cosas, solo el instante
en que las cosas son, y al ser
nombradas ,me hacen sentir
en armonía con el todo
que descansa en las palabras.