Te desnudo, a ti
que ya estás muerto,
para darte otra vida.
A golpes cuidadosos
como si me diera miedo hacerte daño,
despego de ti la piel más dura.
Tu cuerpo adquiere lentamente
la visión hermosa de las vetas:
me emociona tu luz mientras pulo
tu carne suave y cálida.
No pretendo hacer de ti
lo que no eres.
Debo adentrarme en ti
y devolverte el esplendor,
no el que tuviste,
sino el que dispone
el tiempo en mis manos.
que ya estás muerto,
para darte otra vida.
A golpes cuidadosos
como si me diera miedo hacerte daño,
despego de ti la piel más dura.
Tu cuerpo adquiere lentamente
la visión hermosa de las vetas:
me emociona tu luz mientras pulo
tu carne suave y cálida.
No pretendo hacer de ti
lo que no eres.
Debo adentrarme en ti
y devolverte el esplendor,
no el que tuviste,
sino el que dispone
el tiempo en mis manos.